La noche se hizo larga. Lo que hasta ahora se nos había dado en forma de gracia, se hacia cada vez mas difuso y confuso.
Son las 4am, la casa esta a oscuras y él duerme profundamente. Camino por los pasillos sigilosamente para no hacer ruido, cuando me doy cuenta de que en realidad estoy aterrada por la oscuridad.
Siento la profundidad del bosque a través de la ventana y me paraliza. Qué hay ahí afuera?
Prendo la luz? Mejor no, me van a ver. Quién me va a ver? No sé, pero no me siento segura.
Me quedo estancada, en el medio del comedor, en el medio de la oscuridad, tengo pánico. Escucho cada movimiento, esperando a que algo malo pase.
Mis ojos empiezan a imaginar cosas que apenas puedo seguir el rastro, pero todos los colores y formas se reducen al árbol frente a mí, del otro lado del lago. Me acerco a la ventana suavemente, para que nada ni nadie se percate de mi presencia. Y veo detenidamente a este árbol lleno de vida en el medio del bosque muerto. Se balancea diferente y en su baile, los demás, caen. Hipnotizan los colores que salen de su corazón, me hablan. Alrededor todo parece desvanecer y cada vez estoy más cerca de tocarlo. Comienzo a distinguir, suavemente la voz de un violín, es tan armónico que algunas lágrimas caen.
Estoy frente a él, tocando sus raíces, buscando algo.
El sol entra fuerte por la ventana, justo en mi almohada. Escucho ruido de tasas y comienzo abrir los ojos. Me duele todo. Tengo en mi mano, tengo algo. Un puñado de pétalos, eso parecen, transparentes, brillantes al sol. De dónde? Los guardo secretamente en el cajón.
- Te despertaste! Estaba haciendo café.
- Me duele todo.
- Qué pasó anoche? Sentí que te levantaste pero me dormí enseguida.
- Nada, creo que fui al baño.
- Y te llenaste de tierra en el camino?
- Uh, que raro. Me voy a bañar.
Continuará.
Glass Candy - Warm in the Winter
