Desapego

Desapego; palabra que alguna otra vez utilizó mi psicóloga para hacerme notar mi falta de pasión hacia las cosas. Reconozco que en ese momento tenía motivos suficientes para pensarlo, pero no eran los correctos. 

Desapego hoy en día hace connotación a tantas cosas que es difícil no sentirse afectado cuando te lo dicen. Como si no tuvieras corazón; o tanto orgullo como para que nada te conmueva. No es fácil procesar la palabra y aceptarla como necesaria. 

Sí! Necesaria. Porque (aunque no tenga nada que ver al punto al cual quiero ir en realidad) seamos sinceros la realidad está tan jodida que nos es imposible estar apegados a todo (más allá del debate en sí, de si podemos o no como humanos estar atentos/apegados a todos los estímulos que nos son enviados). No creo que nadie me pueda negar esa afirmación, porque sino, no habría pobres, ni gente en la calle; todos somos buenas personas y todos conscientemente nos desapegamos a esas imágenes que nos hacen ruido en la cabeza.

Cuestión, una vez que llegamos a la conclusión de que necesariamente no podemos apegarnos a todo, queda al descubierto de que a lo que sí sentimos afecto es una elección, consciente o no, pero elección en sí; ergo a lo que no, también. 

Ahora; nunca pensaron que esas cosas, buenas o malas, según las elecciones de cada uno de ustedes, nos perjudican por el resto de nuestras vidas? Es como un efecto mariposa constante (nunca vi la película, por lo tanto no lo relacionen) que nos van llevando de una opinión a otra, de sentimiento en sentimiento.

Todos esos gustos, afectos, intereses que ustedes eligieron, que yo elegí; nos limitan. No solo nos limitan, nos persiguen constantemente y mayormente, nos hacen sufrir. 


Por ejemplo, yo noto que los olores me cambiaban casi automáticamente el humor. El olor de Montevideo me da melancolía, los desodorantes me recuerdan a diferentes personas, etc. Pero no solo el recuerdo en sí, sino el proceso casi imparable de la mente sobre lo que pasó después con el asunto en cuestión. 


Apego, es la palabra para todas esas conexiones que hace la mente ante un estímulo. Algo simple, casi imperceptible que a veces puede cambiar todo un momento, un estado. 


Últimamente ante los estímulos, una voz en mi cabeza, una voz pacífica, hermosa, simple, y llena de amor me dice: "No vayas al pasado, solo... tomalo como lo que es". Ya sea un aroma, un tema, un paisaje. 


Y de pronto, puedo escuchar cómo se rompen todas esas conexiones y me siento libre. 


Libre de mí, de mis elecciones pasadas, de mis afectos. Y esa palabra que tanto me afligía escuchar, ahora es la llave de mi libertad, el desapego. 


Ajá!

Sambassadeur - Calvi